En 1967 se rodó otra secuela titulada "The Mummy's Shroud", en donde nuevamente el director, John Gilling, hacía doblete como guionista, finalizándose la revisión del mito en 1971 con "Blood from the Mummy's tomb". En esta ocasión las cosas deberían ser mejores (la Hammer empezaba ya a tener problemas financieros) y se tomó como base un texto de Bram Stoker, sustituyendo Michael Carreras al director Seth Holt cuando comprobó los malos resultados de lo ya filmado. La película supuso un digno epílogo al mito de la momia, aunque hay quien opina que fue debido a los fuertes encantos de Valerie Leon.
Un año antes y con bastante menos acierto, pudimos ver la producción mejicana "La venganza de la momia", continuándose la saga en 1973 con un intento loable de Jacinto Molina, quien haría doblete como actor con su nombre artístico de Paul Naschy, y en 1979 hasta Charlton Heston se atrevió a desafiar la maldición egipcia en "El despertar".
Posteriormente, en 1980, el español Jose Ramón Larraz filma "La momia nacional", una horrenda parodia que contaba con la actuación de Quique Camoiras y Queta Claver para darle "solvencia" al film, siendo más tarde los mismos egipcios quienes retoman el mito con "El despertar de la momia", la cual por supuesto no despertó el interés de nadie.
En 1985 el genial Steven Spielberg hace una historia en tono cómico de un actor que es confundido con una auténtica momia y lo incluye en la película "Cuentos asombrosos", mientras que en 1987 Fred Dekker une a los cinco monstruos más carismáticos (Frankenstein, Drácula, El Hombre lobo, la Criatura del Lago Negro y la Momia), en la excelente película "Una pandilla alucinante". Ciertamente no es nuestra momia habitual, aquella que encarnada por Christopher Lee se movía pesadamente en busca de su guapa chica, sino que ahora posee más poderes que el mismísimo diablo, aunque nadie nos explique la razón para ello. Comprendemos que el faraón le haya matado por disfrutar de su amada, pero nuestra capacidad de crédito se ofusca cuando después de haber sido comido por los escarabajos asesinos aún tiene fuerzas para levantarse de la tumba y realizar una masacre en el siglo XX.
Pero todo se lo perdonamos cuando nos muestran una historia narrada al más puro estilo de Hollywood, con sucesivas persecuciones, héroes simpáticos que reciben multitud de golpes y luego se recuperan sin problemas, chicas guapas que, además, saben besar y pelear, y un malo por el que nadie quiere apostar, pues sabemos que morirá finalmente.
Inspirada en Indiana Jones y mostrando lo mejor del cine B de los años 50 y 60, "La Momia" es un espectáculo que nunca defrauda y que llega a ensombrecer para siempre a las antiguas películas de la Hammer. Parte del mérito lo tienen los efectos especiales, ya lo sabemos, pero los avances tecnológicos están para eso, para que los disfrutemos.
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Ciertamente no es nuestra momia habitual, aquella que encarnada por Christopher Lee se movía pesadamente en busca de su guapa chica, sino que ahora posee más poderes que el mismísimo diablo, aunque nadie nos explique la razón para ello. Comprendemos que el faraón le haya matado por disfrutar de su amada, pero nuestra capacidad de crédito se ofusca cuando después de haber sido comido por los escarabajos asesinos aún tiene fuerzas para levantarse de la tumba y realizar una masacre en el siglo XX.