Como no era cosa de desaprovechar tan pronto al nuevo monstruo, dos años después contratan a un veterano actor del cine de terror, el experto Lon Chaney Jr., quien soporta durante varias semanas uno de los más horrorosos y calurosos trajes de la historia. Aunque era bastante rápido de poner, ya que una oportuna cremallera situada en la espalda facilitaba la operación, impedía cualquier otro tipo de movimiento que no fueran los patosos andares a lo momia, aunque, eso sí, podía mover los ojos con libertad y asustar con ellos a los espectadores. Afortunadamente los maquilladores pensaron en todo y le hicieron unos oportunos agujeros a la altura de la nariz para que respirase.
Esta película se filmó en 1942 y dirigida por Harold Young se tituló "La tumba de la momia" (The Mummy's tomb), haciendo el papel de chica guapa la actriz Elyse Knox, siendo trasladada la acción a Estados Unidos en donde el faraón momificado persigue a los profanadores de su tumba, ayudado por Bey quien le debe suministrar continuamente el suero de la vida.
La película fue un éxito y eso que Lon Chaney maldijo siempre su estúpido papel que le impedía articular la más mínima palabra. Pues a pesar de convertirse en el peor crítico de la película (llegó a afirmar que no entendía cómo la gente pagaba dinero por ver el film), reincidió e interpretó una secuela titulada "The Mummy's Ghost" (El fantasma de la Momia) en 1943, quizá porque pensó que en esta ocasión le quitarían al menos las vendas de la boca y podría besar a la guapa Ramsay Ames. Pues tampoco tuvo suerte y salvo unos andares que marcaron historia, su interpretación tampoco causó furor, más que nada porque quedaba anulada al lado de John Carradine. La película, de apenas una hora de duración, estaba dirigida por Le Borg quien pretendió hacer una momia más romántica y menos mortífera.
Pero la maldición de la momia parecía perseguir a Lon Chaney Jr. pues tuvo que interpretar de nuevo al legendario monstruo en dos películas más. Una, "La maldición de la momia" (Mummy's curse) en 1944 y otra "La casa del terror", un engendro humorístico realizado en Méjico en 1959, en donde es una momia tipo hombre lobo que sirvió para darle la puntilla al pobre actor, quien tenía como compañero de reparto al cómico Tin?Tan. Su última aparición en el cine fue en "Blood of Frankenstein" en 1970, falleciendo tres años después.
Basada en los escritos que dieron lugar a la primera versión de la Universal y contando con un excelente Christopher Lee en el papel del faraón momificado (quien no volvería a repetir su experiencia), esta película es considerada una obra menor del género de terror, contando con un final que se nos antoja demasiado similar a esa obra maestra que es "La mujer y el monstruo". Al igual que antes, la criatura es abatida por las balas, mientras se hunde (para siempre) en las cenagosas aguas del pantano. En ambos filmes este final se utilizó para permitir revivir de nuevo al monstruo y los dos poseen cierto lirismo emocional.
La película de la Hammer cuenta con el aliciente del bien llevado technicolor, el cual aunque quita la truculencia del blanco y negro, da más realismo a las escenas. El problema de este film es que no están bien resueltas ciertas situaciones y nunca se explica con detalle cómo se las arregla la momia para llegar sin ser visto a sitios tan lejanos entre sí, ni cómo es posible que alguien sea tan torpe como para caer en sus garras, teniendo en cuenta la gran lentitud de su andar.
Un dato que hay que mencionar es que en esta película, al igual que en la mayoría de la Hammer, se realizaron dos versiones, una con desnudos y otra con velos insinuantes. En España y Estados Unidos nos conformamos con la versión censurada.
La siguiente secuela tardaría en realizarse cinco años y se hizo a partir de un guión del propio Michael Carreras, quien también se encargó de la dirección. Se tituló "The curse of the Mummy's Tomb" y se hizo en colaboración con la compañía Swallow. El papel de momia estaba interpretado por Fred Clark y el de la guapa seductora por Jeanne Roland.