Las temperaturas en esa época del año son frías con lo que se pensó en una posible hibernación en las montañas de la selva tropical de El Yunque, o en alguno de los muchos sistemas de cavidades que hay en las isla, especialmente alrededor de Aguas Buenas, a unos 50 kilómetros de San Juan.
Pero la tranquilidad no duraría mucho. Las alas del maligno ensombrecieron de nuevo la vida de los portorriqueños. A principios de marzo Arturo Rodríguez, un granjero del Barrio Sumidero, en Aguas Buenas, notificó la pérdida de 30 gallos luchadores y gallinas. Los animales tenían punzadas en su garganta y en el cuerpo. Se afirma que agentes del Departamento de Recursos Naturales realizaron una investigación in situ.
El sábado 9 de marzo, un chico llamado Ovidio Méndez estaba enterrando una gallina muerta cuando observó un extraño ser de 1,20 metros de altura caminando a dos patas. Su cuerpo era gris oscuro, poseía ojos alargados rojos, largos colmillos y las manos en forma de garra. La policía no encontró nada. De todas formas no todas las personas estaban de acuerdo en que el Chupacabras fuera el responsable de las muertes de los animales. Una mujer creía que su conejo había sido asesinado por un perro.
Como suele pasar en estos casos, a falta de una explicación que resulte suficientemente convincente, las especulaciones comienzan a correr. Así aparecieron sofisticados argumentos sobre perros con un colmillo, un simio delincuente, inconfesables experimentos genéticos y, cómo no, alienígenas. O el propio diablo cuando uno de los testigos afirmó que la aparición estuvo acompañada de un "olor fuerte a sulfuro".
También fue detenida una santera, acusada de matar a los animales domésticos para sus ritos, pero es evidente que no podía ser la causante de todas ellas. Se dijo que debían ser diversos grupos Yoruba, pero lo cierto es que eso contradecía la hipótesis oficial hasta el momento: monos o perros. La matanza continuó en el Barrio Sumidero, especialmente en los sectores de La Araña, La Vega y la Capilla donde centenares de animales domésticos, pollos, patos, ocas e incluso algunas cabras, corderos y vacas, fueron desangrados. En uno de los ataques, además de las muertes causadas, el agresor arrancó de sus goznes una puerta metálica de 4,8 metros por 4,2.Tal desproporcionada prueba de fuerza no hizo sino aumentar el terror de los habitantes de la zona.
En esos momentos el fenómeno del Chupacabras ya había trascendido las fronteras insulares y se había extendido entre las colonias hispanoparlantes de Florida y Texas superando el ámbito de lo paranormal hasta el punto de que abrieron restaurantes con tan pintoresco nombre, un grupo de música de salsa se apodaba "Los Chupacabras" y se concebían otros proyectos.
Internet también disponía de su propio escenario en la red mediante páginas web. Los avispados comerciantes pronto lanzaron sus camisetas y otros productos con el retrato robot del sangriento devorador. La bestia también inundó las tiras cómicas y los escenarios comenzaron a tomarlo en consideración.
El caso más notable es el de Méjico donde las viñetas de sátira política han identificado al antiguo presidente Carlos Salinas de Gortari como un auténtico vampiro. Diarios y revistas como The New York Times, Time International, The Washington Post, El Diario la Prensa (Nueva York) y Florida Today habían publicado artículos sobre los acontecimientos. Canóvanas y su alcalde, José "Cheno" Soto Rivera, organizador de las expediciones para capturar a la fiera, habían sido inmortalizados por las cámaras de televisión del continente.
En los estados norteamericanos, la historia de este fabuloso canguro se ha mezclado con las del Diablo de Jersey, un personaje procedente de la mitología indígena y cuya presencia se denota en los últimos 260 años, contándose 2.000 supuestos testigos, siendo un clásico dentro de la zoología fantástica o criptozoología.
Conforme crecía el alud en Puerto Rico, aparecían nuevas especulaciones, generalmente gratuitas y a cual más pintoresca. Así el hermano Carmelo, un ejemplo de los autotitulados como psíquicos, pontificaba que las mutilaciones procedían de "una raza de vampiros que se complacen con la sangre animal" y que sólo se puede terminar con ellos usando "un rayo láser o una bala de plata". Con sus dotes clarividentes afirmó que estos seres no atacan a los humanos porque la sangre está demasiado infectada de toxinas y de grasas.
Por su parte, un grupo ufológico de corte fanático conocido con el acrónimo de NOVA indicó que el Chupacabras era una de las 20 criaturas que habían descendido a la Tierra procedentes del espacio. Su repugnante misión consistiría en realizar experimentos con sangre humana con el objetivo de liberar perniciosos virus como el VIH causante del SIDA. Este grupo paranoico se dedicó a acosar a testigos e investigadores indicándoles que contaba con el respaldo de "una organización secreta del gobierno". Sus actividades no se detuvieron hasta que fueron expuestas por el ufólogo Jorge Martín en su programa de radio Ovnis Confidencial.
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